Día Mundial de la Eficiencia Energética, un día dedicado a sensibilizar a toda la población a nivel mundial sobre la necesidad de reducir el consumo de energía.
Se originó en Austria, durante la primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética, hoy hace 22 años.
Desde entonces, cada 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una jornada dedicada a reflexionar y crear conciencia sobre la importancia de cuidar y hacer un uso responsable de la energía.
La eficiencia energética consiste en llevar a cabo un uso responsable de la energía, reduciendo su consumo sin disminuir la calidad de vida, a través del empleo de aparatos, procesos o instalaciones que necesiten menos cantidad de energía para realizar el mismo trabajo.
Con esto, se pretende reducir el consumo de combustible fósil, gracias al empleo de energías renovables como es la energía solar o eólica.
El objetivo principal es proteger el medio ambiente habituando a la población a consumir la energía necesaria en cada momento.
El cambio climático se ha convertido en una amenaza para nuestra sociedad, por ello, es vital reducir las emisiones de CO2 que se vierten en la atmósfera, creando problemas de tal envergadura como es el efecto invernadero.
Para conocer si realmente se está cumpliendo con el compromiso de ahorro energético, se han establecido dos sistemas encargados de verificar los aspectos de sostenibilidad y eficiencia energética en los edificios.
Los más conocidos son el Certificado BREEAM y el Certificado LEED, dos formas de medición que, a pesar de tener muchos puntos comunes, difieren en algunas cuestiones.
A pesar de sus diferentes orígenes y características, han logrado ser los dos métodos más exitosos y utilizados gracias a su capacidad de adaptación y penetración en el mercado.
La elección de utilizar un certificado u otro depende de las singularidades del edificio, así como el interés del encargado de valorar la sostenibilidad de la edificación.
El Certificado BREEAM, del inglés Building Research Establishment´s Envioronmental Assessment Method, se trata de un método internacional diseñado por la compañía BRE en Reino Unido, el cual permite obtener el grado de sostenibilidad medioambiental de las edificaciones.
Entre sus objetivos se encuentra el evaluar los niveles de sostenibilidad de una construcción durante las distintas fases de su vida útil.
Por otro lado, el certificado BREEAM ha conseguido fomentar la construcción de edificios sostenibles y dar un paso más en la reducción de la huella ambiental, impuesto por la normativa vigente.
Este certificado se centra en nueve parámetros de sostenibilidad, compuestos por:
Una vez evaluados las nueve categorías, la edificación obtendrá la siguiente puntuación: excepcional, excelente, muy bueno, bueno, correcto o sin clasificar.
La certificación LEED, Leadership in Energy & Environmental Desing (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) fue desarrollada en Estados Unidos por parte de la empresa US Green Building Council en 1993.
Se trata de un conjunto de normas y requisitos que determinan si una edificación ha sido construida bajo unos estándares ecoeficientes y sostenibles.
Actualmente, más de 14.000 edificaciones en todo el mundo cuentan con este certificado, los cuales son conocidos como edificios verdes.
A diferencia del Certificado BREEAM, este tipo de certificación medioambiental se encarga de evaluar seis parámetros:
El equipo de profesionales encargados de evaluar el edifico determina una puntuación numérica a cada uno de estos parámetros. La suma de todas ellas marca el nivel de eficiencia energética del que dispone el edificio, siendo:
El futuro del planeta pasa por nuestra mano y por la forma en que gestionamos diferentes recursos como la energía.
Convertir nuestro hogar en una vivienda sostenible, parte por cambiar ciertos hábitos de consumo energético e implementar pequeños cambios en el domicilio sin tener que renunciar al confort y bienestar que nos proporciona el hogar.
Aprovechar al máximo la luz natural y sustituir las bombillas convencionales por unas LED, permite ahorrar además de energía, en las facturas mensuales.
Apagar completamente dispositivos como ordenadores y televisores permiten contribuir con la eficiencia energética del hogar, al igual que desconectar de la corriente eléctrica todo aquello que no se esté utilizando y no sea necesaria su conexión.
Reducir el consumo de agua y utilizar electrodomésticos con calificación energética A, contribuyen en la creación de un hogar sostenible.
Hay que tener en cuenta el desperdicio de energía que supone un mal aislamiento de la vivienda. Esto ocasiona un gran consumo en la calefacción y refrigeración del domicilio.
Además de tener en cuenta el aislamiento de las paredes del edificio, la puerta es un elemento que suele pasarse por alto.
Además de la máxima seguridad, las puertas acorazadas proporcionan aislamiento térmico en el domicilio, y esto, contribuirá a mantener la eficiencia energética en el hogar, sobre todo en viviendas unifamiliares, donde el acceso de la vivienda se realiza desde la calle.
Fichet Madrid, empresa líder en seguridad, proporciona elementos de seguridad para el hogar que fomentan el ahorro energético, como las puertas acorazadas Stylea, las cuales proporcionan además de aislamiento térmico, aislamiento contra el aire, agua y viento.
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